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Arquitectura Vikinga hasta nuestro siglo.





Arquitectura

Durante los últimos años, la arquitectura danesa ha experimentado una creciente tendencia hacia la Nueva Modernidad que también se estaba imponiendo a nivel internacional en esos mismos años.
Su rasgo más representativo es el empleo, a menudo sutil, de los materiales del Movimiento Moderno, el cristal y el acero, con una característica expresión casi minimalista. Esto es especialmente visible en grandes y, por lo general, prestigiosas construcciones tales como la Embajada danesa en Berlín, diseñada por 3XNielsen, o la ampliación de la Biblioteca Real de Copenhague, el Diamante Negro, obra de Schmidt, Hammer & Lassen, ambas realizadas en 1999. El mismo tratamiento formal lo encontramos también a menor escala, por ejemplo, en la entrada principal que el estudio de arquitectura Entasis hizo, en 1998, para el Parque Zoológico de Copenhague, o en el diseño de la plaza situada frente a la compañia Realkredit Danmark en Copenhague, realizada por Brandt, Hell, Hansted & Holscher en 1997. Tanto las formas arquitectónicas como el tratamiento del espacio pueden ser de corte riguroso y sosegado o, por el contrario, fuertemente dinámico; un ejemplo de esto último es la Terminal 3 de Kastrup, el aeropuerto de Copenhague, llevada a cabo por Vilhelm Lauritzen en 1998.
Paralelamente al desarrollo mencionado, es de destacar que gran parte de la arquitectura danesa conserva unas significativas raíces locales, sobre todo en lo que se refiere a la construcción de viviendas que, partiendo de la concepción de casas agrupadas de altura reducida de los años setenta, llega a desarrollar una arquitectura moderna. El material de construcción autóctono, el ladrillo, continúa gozando de gran popularidad, y en los últimos años se han generalizado las fachadas con revestimientos de madera, como en la Casa de la Cultura de Groenlandia en Nuuk, realizada por Schmidt, Hammer & Lassen en 1997.
El aspecto ecológico se ha convertido también en un planteamiento esencial de los edificios daneses, entre ellos los de Boje Lundgaard y Lene Tranberg.
A lo largo de los últimos años, el puerto de Copenhague ha experimentado una notable transformación al ver cómo sus funciones portuarias iban dejando paso a la construcción de empresas y viviendas. La nueva Ópera del Teatro Real, diseñada por Henning Larsens Tegnestue, también se ha emplazado en este lugar.
El Período Vikingo, el Románico y el Gótico Los testimonios más antiguos de la existencia de una arquitectura danesa aparecieron en las excavaciones de campamentos militares de la era vikinga, Trelleborg, Aggersborg y Fyrkat, que datan de principios del siglo XI. Estas fortalezas, emplazadas en el interior de grandes terraplenes circulares, estaban colocadas sobre un entramado de calles cruciforme y simétrico cuyos ejes principales las dividían en unidades de menor tamaño.
Cuando, hacia el año 960, Dinamarca se convirtió al cristianismo, una nueva cultura arquitectónica se abrió paso: la construcción de iglesias. Las primeras fueron construidas en madera, pero en seguida fueron reemplazadas por iglesias de piedra románicas. A comienzos del siglo XII se pusieron en marcha los ambiciosos proyectos de las catedrales de Lund, Viborg y Ribe. Las iglesias rurales más características eran templos de una sola nave dotados de coro, como por ejemplo la iglesia de Hover en Jutlandia, y, en algunos casos, también de ábside. En ocasiones aparecían peculiaridades de carácter regional, como se puede ver en las iglesias de planta circular de Bornholm.
La catedral de Roskilde, que se comenzó hacia 1170, fue una de las primeras construcciones de ladrillo de Dinamarca. Es un temprano ejemplo del Gótico danés, mientras la iglesia de Skt. Knud de Odense, concluida a finales del siglo XV, representa el Gótico tardío. En las parroquias rurales, el Gótico encontró su principal vía de expresión en reformas y ampliaciones de las iglesias románicas tales como los característicos perfiles almenados de sus frontones.
Renacimiento, Barroco y Rococó La arquitectura danesa del Renacimiento se caracteriza por una gran profusión de casas solariegas, como las de Hesselagergård y Egeskov, ambas erigidas en Fionia durante el siglo XVI. Antonius van Opbergen (1543- 1611) llevó a término en 1585 las obras del palacio de Kronborg, un complejo compuesto por cuatro alas; otra de las construcciones reales deeste período, el palacio de Frederiksborg (1602-1620), obra del flamenco Hans van Steenwinckel el Viejo (1550-1601 aprox.), contaba con tres alas a las que se sumaba una cuarta más baja en forma de terraza. Tanto la arquitectura como la decoración de ambos palacios, con su rica ornamentación de piedra caliza sobre fondo de ladrillo rojo, están en la línea renacentista de los Países Bajos.
El gran programa urbanístico del rey Christian IV incluía proyectos de índole muy diversa, que iban desde el edificio de la Bolsa (1619-1640) y la Torre Redonda (1637-1642), ambos en Copenhague, hasta la construcción de nuevas ciudades, Kristianstad (1614) en Suecia, y de barriadas en la propia capital, Christianshavn (1618) y Nyboder (comenzada en 1631).
El Barroco imprimió su sello en toda la arquitectura danesa, desde la casa más humilde hasta el palacio del Rey; desde los palacetes urbanos como Charlottenborg, comenzado en 1672 en la plaza de Kongens Nytorv de Copenhague, hasta las grandes mansiones de recreo como Ledreborg, construida por Lauritz de Thurah (1706-1759) a partir de 1740.
Entre las principales obras barrocas hay que destacar la iglesia del Salvador (Vor Frelsers Kirke) de Copenhague, construida entre 1682 y 1696, obra de Lambert van Haven (1630-1695); el palacio de Fredensborg, de 1722, obra de Johan Cornelius Krieger (1683- 1755); y el más tardío palacio de Christiansborg, comenzado en 1733 por el arquitecto alemán Elias David Häusser (1687-1745). Sin embargo, sería sobre todo la siguiente generación de arquitectos, con Lauritz de Thurah y Nicolai Eigtved (1701- 1754) a la cabeza, la que impusiera su estilo en el interior de los palacios.
Nicolai Eigtved se convirtió en el portavoz del Rococó en Dinamarca. Su principal aportación fue la planificación de Frederiksstaden en 1749. Esta barriada quedó configurada en torno a la plaza octogonal que alberga los cuatro palacios de Amalienborg. Para las viviendas realizó un diseño, muy característico de su estilo, a base de discretas pilastras y delicados efectos de relieve.
Neoclasicismo e Historicismo A la muerte de Eigtved, en 1754, la responsabilidad de continuar la obra de la iglesia que constituía el principal monumento de Frederiksstaden, Frederikskirken, recayó sobre un nuevo arquitecto, el francés Nicolas-Henri Jardin (1720-1799), que introdujo en Dinamarca la corriente arquitectónica más innovadora de su época, el Neoclasicismo. Sin embargo, tampoco bajo su dirección se finalizó la iglesia. Antes de abandonar el país, construyó el palacio de Bernstorff (1759-1768) y el edificio situado en el número 18 de Amaliegade, el Palacio Amarillo (Det Gule Palæ), de 1764-1767. Entre los discípulos de Jardin se encontraba Caspar Frederik Harsdorff (1735- 1799), principal arquitecto del país a finales del siglo XVIII y responsable, entre otras muchas obras, de la capilla de Frederik V en la catedral de Roskilde, de 1778, y de la columnata de Amalienborg, de 1794. Entre 1779 y 1780 construyó el edificio situado en los números 3 y 5 de Kongens Nytorv, que se convirtió en el nuevo modelo de vivienda burguesa de la capital.
El sucesor de Harsdorff al frente del Neoclasicismo fue Christian Frederik Hansen (1756-1845). Su ideal era un diseño más estrictamente clásico en el que predominaran las formas puras y sencillas y las grandes superficies continuas. A partir de 1800, estuvo al frente de diversos proyectos de gran envergadura en Copenhague, como la Casa Consistorial y el Palacio de Justicia, ambos en la plaza de Nytorv, iniciados en 1816, la iglesia de Nuestra Señora (Vor Frue Kirke), en 1826, y el nuevo palacio de Christiansborg, en 1828.
Ya antes de la muerte de Hansen, el ideal de la Antigüedad había empezado a perder terreno en favor de una visión más libre de los estilos históricos propia del Clasicismo tardío, representada, entre otros, por Gustav Friedrich Hetsch (1788-1864) y su Sinagoga, de 1833, y por Michael Gottlieb Bindesbøll (1800-1856) y su polícromo Museo Thorvaldsen, de 1848, ambos en Copenhague.
La segunda mitad del siglo XIX fue la época del Historicismo. Dos corrientes se separaron. Una de ellas fue la línea nacional, cuyo máximo exponente fue Johan Daniel Herholdt (1818-1902) que, con la Biblioteca de la Universidad de Copenhague, de 1861, lleva el carácter artesanal, la autenticidad y la dignidad de los materiales a su máxima expresión. Más adelante esta línea sería retomada por Martin Nyrop (1849-1921) y la tendencia romántica nacionalista como se ve, por ejemplo, en el Ayuntamiento de Copenhague, realizado en 1905.
La otra corriente tenía un corte más internacional, y contó con un espectro más amplio en lo tocante a las fuentes de inspiración. Ferdinand Meldahl (1827-1908) fue su exponente más destacado, además de ser el arquitecto que, tras casi 250 años de trabajos, puso el punto final a la obra de Frederikskirken (en la actualidad Marmorkirken) en 1894.
Dibujo original de la iglesia del palacio de Christiansborg, realizada entre 1810 y 1826 por C.F. Hansen, principal neoclásico en Dinamarca. Sólo la iglesia se salvó del incendio del palacio en 1884. El edificio ardió en 1992, pero fue reconstruido en 1996. Ilustración: Kunstakademiet.
La primera mitad del siglo XXLas primeras décadas del siglo XX supusieron una ruptura a partir de la cual los motivos decorativos e históricos que aparecían, por ejemplo, en el Neobarroco, o incluso en el Jugendstil, fueron cediendo terreno ante una nueva objetividad que, hacia 1920, dio lugar a una corriente clasicista. Con anterioridad, el Colegio Oficial de Arquitectos había creado el Fondo de Ayuda al Diseño en 1907, y en 1915 se fundó la Asociación para una Mejor Práctica Constructiva. Su objetivo era asesorar a la población para que en todo el país se edificaran viviendas higiénicas y de calidad en armonía con la arquitectura tradicional danesa.
El Museo de Faaborg de 1915, obra de Carl Petersen (1874-1923), fue la construcción que inauguró el Clasicismo nórdico del siglo XX. Esta corriente hizo actuales conceptos tales como simetría, regularidad y repetición rítmica. A este estilo pertenecen algunos bloques de viviendas construidos en Copenhague, como por ejemplo Hornbækhus (1922), obra de Kay Fisker (1893-1965). De esta misma época es la Jefatura de Policía de Copenhague de 1924, obra de Hack Kampmann (1856-1920) que constituye un capítulo aparte por la fuerza, sencillez e introversión de su exterior y por la monumentalidad de su desnudo patio interior.
El paso de este Clasicismo al Funcionalismo se produjo alrededor del año 1930. Su ideal era una arquitectura racional y funcional, generalmente dotada de contenido social. Los nuevos materiales, hormigón, hierro y cristal, se combinaban dando lugar a cuerpos de gran «honestidad» constructiva. Las principales obras del Funcionalismo internacional en Dinamarca son las viviendas unifamiliares de la calle Sølystvej 5-11, realizadas por Mogens Lassen (1901-1987) entre 1936 y 1938, y el blanco complejo Bellavista de 1934, de Arne Jacobsen (1902-1971), ambos en Klampenborg.
Simultáneamente a la anterior, se desarrolló una línea más tradicionalista que, a pesar de recoger la influencia de los ideales de la época, se servía fundamentalmente de materiales autóctonos y de un lenguaje formal más tradicional. Buena muestra de ello son la Universidad de Aarhus, comenzada en 1932 por Kay Fisker, C.F. Møller (1898-1988) y Povl Stegmann (1888- 1944), y el edificio Vestersøhus de Copenhague con su galería en voladizo, de 1939, construido por Fisker y Møller. La arquitectura de los años cuarenta estuvo condicionada por la difícil situación que se vivió durante la Segunda Guerra Mundial. Lo más representativo de este período fueron los proyectos menores, como las casas Atelierhusene de la localidad de Utterslev, de 1943, realizadas por Viggo Møller- Jensen (1907- ).
De izquierda a derecha: La Ópera de Sydney, construida entre 1959 y 1973. Las conchas de 60 metros de altura de Jørn Utzon han convertido el edificio de la ópera en el símbolo de Sydney. Foto: Scanpix Nordfoto/Corbis/Tony Arruza y Paul Sounders.
El Arco de la Défense, realizado por Johan Otto von Spreckelsen en 1989 a las afueras de París tras un concurso internacional de arquitectura. Foto: Polfoto.
El Diamante Negro, ampliación de la Biblioteca Real, construido por Schmidt, Hammer & Lassen en 1999 como parte del nuevo edificio del puerto de Copenhague. Foto: Scanpix Nordfoto/Jens Nørgaard.
La segunda mitad del siglo XX El fin de la guerra hizo que el interés por el Movimiento Moderno, especialmente el americano, fuera en aumento.
Las plantas de las casas se volvieron irregulares; las cubiertas, planas; los planos, libres y los espacios, amplios y comunicados; y las fachadas, grandes y de cristal. Buen ejemplo de ello es la vivienda unifamiliar que Jørn Utzon (1918- ) construyó en Hellebæk en 1952, o el Museo de Arte Moderno de Louisiana, de 1958, obra de Jørgen Bo (1919-1999) y Vilhelm Wohlerts (1920- ). El principal exponente del Movimiento Moderno de talla internacional con el que contó Dinamarca en la posguerra fue Arne Jacobsen. En el Ayuntamiento de Rødovre, de 1955, y el SAS Royal Hotel de Copenhague, de 1961, imprimió un estilo frío y clásico basado en la utilización de formas sencillas y rígidas y muros-pantalla.
A comienzos de los años sesenta, el Estado fomentó una industrialización de la arquitectura en la que predominaron los edificios prefabricados, como Høje Gladsaxe, construido en 1964 por Povl Ernst Hoff (1903- 1992) y Bennet Windinge (1905- 1986). El resultado fueron edificios de viviendas muy altos que rápidamente fueron objeto de duras críticas; la alternativa la ofreció el estudio Fællestegnestuen entre 1963 y 1968 con la baja altura de la urbanización Albertslund Syd.
La ruptura definitiva con el Movimiento Moderno se produjo en el ámbito de la construcción de viviendas con Tinggården, un conjunto residencial de viviendas agrupadas de altura reducida que el estudio Tegnestuen Vandkunsten construyó en Herfølge en 1978. Tinggården materializaba por vez primera un concepto de entorno residencial nuevo y alternativo en forma de viviendas pequeñas e íntimas en contacto con la naturaleza, con un lenguaje cambiante e informal. Tinggården marcó la pauta de lo que serían las viviendas de las siguientes décadas.
En Dinamarca, el lenguaje formal de Tinggården supuso un anticipo del Postmodernismo. Entre sus principales portavoces destaca el estudio 3XNielsen, con edificios como Villa Atzen, en Horsens, de 1986.
El Postmodernismo no ha sido la única corriente arquitectónica que se ha desarrollado en Dinamarca entre 1970 y 1990. El ennoblecimiento de las formas del Movimiento Moderno que emprendió el Tardomodernismo ha quedado patente, por ejemplo, en el Museo de Arte Nordrhein-Westfalen de Düsseldorf, de 1986, obra deDissing+Weitling; en el Museo Nacional de Bahrain de 1988, de KHR AS; o en el Arco de la Défense de París, de 1989, de Johan Otto von Spreckelsen (1929-1987). El Neorracionalismo hizo su entrada de la mano del estudio de Jacob Blegvad y Claus Bonderup (1943- ) y su propuesta para el centro urbano de la localidad de Høje Taastrup en el concurso de 1978. El elemento clásico aparecía tanto en la obra de Poul Ingemann (1952- ), por ejemplo en Blangstedgård, de 1988, como en la Universidad de Ciencias Empresariales de Frederiksberg, de 1989, de Henning Larsen (1925- ). El Deconstructivismo tiene en Dinamarca algunos representantes, pero muy pocos ejemplos. Entre ellos destacan el Museo de Arte Moderno ARKEN, de 1996, obra de Søren Robert Lund (1962-) y los juzgados de Holstebro de 1992, de 3XNielsen.

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